Le
decimos a la gente que usamos linux porque es seguro. O porque es
gratis, porque es personalizable, porque es libre (de otra manera*),
porque tiene un excelente soporte de la comunidad...
Pero todo eso son solo tonterías marketineras. Se lo decimos a los
no linuxeros porque ellos no entenderían la verdadera razón. Y cuando
decimos esas falsas razones, incluso podríamos llegar a creerlas.
Pero bien en el fondo, la verdadera razón permanece.
Usamos linux porque es divertido.
Es divertido jugar con el sistema. Es divertido cambiar todas las
configuraciones, romper el sistema, tener que ir al modo de recuperación
para repararlo. Es divertido tener mas de un centenar de distros para
elegir. Es divertido usar la linea de comandos.
Déjenme decirlo de nuevo. Es divertido usar la linea de comandos.
No es de extrañar que los no linuxeros no entiendan.
El punto con los fans de linux es que usamos linux por nuestro
propio bien. Seguro que nos gusta hacer el trabajo. Seguro que nos gusta
estar seguros contra virus. Seguro que nos gusta cuidar nuestro
bolsillo. Pero esos son solo los efectos secundarios. Lo que realmente
nos gusta es jugar con el sistema, explorarlo, y descubrir los hechos
fascinantes sobre el software que se encuentra dentro nuestro.
En un mundo sin fronteras, quien necesita puertas y ventanas
Si el Universo fuera un programa estaría hecho en C, y correría sobre un sistema GNU/LINUX
